lunes, 14 de septiembre de 2009

La misión de saber quien ser.

La misión de saber quien ser.

Un ser humano a diferencia de otras especies es un ser capaz de razonar e inventar y como no de buscar la felicidad. Aunque la búsqueda del ser humano por la felicidad es eterna, también es cierto que la felicidad que quememos encontrar es una felicidad sin esfuerzo, sin dificultades, sin lucha, la queremos a un precio muy bajo, esto se ve fundamentado en diferentes momentos cotidianos de la vida, a veces preferimos hacer lo que nos toca y no lo que nos gusta por el simple hecho de ignorar el esfuerzo. La falta de esfuerzo conlleva a la perdida de la razón, al no luchar por un pensamiento propio estamos sujetos a vivir entre una verdad absoluta e irrefutable. Parece que esto no nos afecta mucho, pero no somos consientes del daño que nos hacemos de forma individual y de forma colectiva, generando así una “no reciprocidad lógica” (Estanislao Zuleta. Ensayos Selectos.). Con esto no le estamos infringiendo daño al otro sino también a nosotros mismos por no pensar efectivamente en el proceso de vida que estamos teniendo. Con este ensayo pretendo analizar cada uno de los factores mencionados en este párrafo para llegar a una conclusión que nos involucre directamente con la realidad que tenemos.

Pretender cada día levantarnos con el mundo y la vida ya resuelta es un punto de vista inocente que lo debemos abonar a las actitudes que el ser humano brinda día a día a sus sucesores, este pensamiento está basado en la constitución de los propósitos en la vida practica. El ser humano peca por ingenuidad al creer que la felicidad se encuentra en objetos o logros fáciles de alcanzar, el propósito ya no sería ser destacado sino ser feliz a medias, uno de los ejemplos que mejor ilustra este punto de vista es la teoría idealista de la iglesia, Adán y Eva nos liberaron del paraíso para poder ser diferentes y luchar por lo que necesitamos y el ser humano peca por desear volver al llamado “Jardín del edén”, la meta de muchos es vivir con lo necesario y no preocuparse hasta llegar a ese algo idealizado de las religiones Judaicas. Todos estos comportamientos o puntos de vista conllevan a uno de los daños más grandes que un ser humano se puede infringir así mismo, el más importante, la perdida de la razón.

Empecemos por definir la palabra razón, La razón es La facultad de la mente humana mediante la cual se distingue de la inteligencia de otros animales. La razón abarca a la concepción, juicio, razonamiento y la facultad intuitiva. El ser humano está sujeto a perder esta gran cualidad ya que al no haber un esfuerzo creamos una verdad absoluta influenciada en terceros, esos terceros que se pueden transformar en enemigos de nuestras creencias y pensamientos sometiéndonos a una interpretación totalitaria (EL ELOGIO DE LA DIFICULTAD-Estanislao Zuleta). Al estar dispuestos a seguir un razonamiento ajeno estamos sujetos a un sistema que se desarrolla peligrosamente “el que no está conmigo está contra mí, y el que no está completamente conmigo, no está conmigo.” Creamos de esta manera algo que Kant llamo un verdadero abismo de la acción. Este abismo de la razón es común de civilizaciones atrasadas en el desarrollo científico y técnico.

Una de las consecuencias más tristes de una razón a medias es la no reciprocidad lógica. Esta se define como una relación que no se encuentra en equilibrio, no solo se infringe daño a la persona con la que se entabla la comunicación sino también a uno mismo generando pensamiento egoísta y mal cimentado.

Este ensayo nos llevo a un reconocimiento de nuestra vida diaria, de los sinsabores que nos puede dejar la falta de esfuerzo y porque no de la perdida de lo que algunos queremos llamar felicidad। Dostoievski entendió, que hace más de un siglo, que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón.


Basado en “el elogio de la dificultad” Estanislao Zuleta
Alejandro Lotta “Machin”
Con ánimo de incentivar.

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