miércoles, 14 de mayo de 2008

Objetivos de un Indigente



Objetivos de un indigente

A las 3 de la tarde en punto lo único que se escuchaba en la popular esquina de la Toledo era el transito y las risas incontrolables que se desprendían de la alegría que se manifestaba en todos nosotros. Esas risas que no tenían sentido para las personas que a diario transitaban por la 45 pero para nosotros era uno de los mejores momentos del día en el colegio. Poseídos en nuestras conversaciones por temas y sucesos tan típicos como el caminado y el dolor de la rodilla de rafa, los semidesnudos míos hacia Gina, la típica pregunta ¿Y Rueda? Y la típica respuesta –se fue con lucho-, la deliciosa galleta de arequipe de Angie que terminaba en manos de todos menos de Angie, la mirada coqueta y picara de la peque que me hacia recordar el noviazgo mas culo de mi corta vida, la cegatona de Dana buscando el bus que le servia y en el mas de los desparches que siempre terminaba en aquel parque que yo junto a la flaca apode “El parqué del pimpollo” ese parque de celebraciones y bronceadas a medias.

Todos esos momentos tan importantes para mi me llevan a una sola pregunta ¿Qué diferencia existe entre ser un indigente que camina sin rumbo a ser un grupo de jóvenes que por el momento caminamos sin rumbo?

El tiempo que pasamos sentados en la Toledo me sirvió para ver y tratar de entender a que vinimos a esta selva de sementó, cuando veía al loco de los dreps que pedía plata en los buses o aquel indigente que le robo el cigarrillo a Rueda me llegan respuestas a aquella pregunta que me hago casi siempre. Venimos para tratar de vivir la vida al máximo, como decía Steve Jobs -“sigan locos sigan hambrientos”-. Un Indigente no es aquel que come y duerme en una calle, puedo decir esto con certeza porque he comido arroz chino en la calle y dormido en más de un parque. Yo diría que un indigente es un soñador sin metas y esa fue la respuesta a la pregunta que me hice en aquella esquina de la selva de sementó. Nosotros a diferencia de los indigentes somos soñadores con metas pero ante todo somos amigos y eso hace que cada sueño cumplido de nosotros sea un regocijo de todos nosotros como grupo.

En esta etapa de nuestras vidas cada uno sigue siendo ese indigente con sueños pero con metas y amigos, espero que sigamos locos y sigamos hambrientos de metas y logros para así compartirlos todos los días de nuestras vidas a la sombra de una botella de buen vino.

Se que para muchas personas esta historia no tendrá sentido como nuestras risas en la Toledo pero estoy seguro que quien halla vivido una tarde en esa esquina la leerá y recordara y cumplirá lo que pido sobre nuestras metas.

Para todos los que son participes de esta historia y para esos pequeños indigentes con metas y amigos como yo
Alejandro Lotta "Machin"

2 comentarios:

Denise Guillén dijo...

ay alejo
q nota eso
ufff momentos aquellos
y q tal eso (disq mi ceguera) ash
no tengo la culpa
jajajaja
t quedo super
y si somos unos vagos q siempre nos veiamos en el mismo punto sin rumbo y para saber q aun asi todos ibamos para nuestras casas, solo
estabamos hay x matar tiempo y no querer
llegar temprano a nuestras casas a aburrirnos, xq seamos sinceros
el colegio es un paseo...
y ps no habia nada mas q hacer, solo comer galleta y sentarnos a hablar , joder y esperar el bus...

Redacción ArtBook dijo...

Me hizo recordar a mis amigas del colegio, nos sentabamos en una panaderia que quedaba cerca al colegio y esperabamos las clases de la tarde, hablando nada y riendonos como locas, tomandole fotos al trasero de un pelao que era de otro colegio y siempre se sentaba en la mesa de al lado de nosotras.

snif snif, que buenso tiempos esos...

T_T

Oye, gracias por el comentario, cuando quiera pasese por mi blog que yo hare lo mismo n.n

KISS